Ariel Vijarra y Damián son una pareja gay que logró adoptar a una bebé que había sido rechazada en diez ocasiones debido a que era portadora de VIH. Tras varios años en lista de espera, el matrimonio pudo adoptar a la pequeña, a la que nombraron Olivia.
La pareja vive en Rosario, una ciudad portuaria ubicada en la provincia de Santa Fe, Argentina, donde se convirtieron en las primeras personas que celebraron una boda gay en 2012.
Además, ya incorporados en el Registro ínico de Aspirantes a Guarda con Fines Adoptivos (RUAGA), volvieron a hacer historia cuando decidieron adoptar a una bebé y reafirmaron sus derechos como un matrimonio igualitario.
El proceso de adopción
Durante seis años intentaron adoptar un hijo. En el proceso les preguntaron qué sexo del bebé querían, su edad, si estaban dispuestos a adoptar a menores que tuvieran hermanos e, incluso, a niños con enfermedades o alguna discapacidad. La pareja deseaba adoptar a niños de hasta cinco años, pero ante una falta de respuesta positiva, decidieron aceptar a menores de hasta 14 años.
Sin esperarlo recibieron una llamada de un juez en Rosario que les habló sobre una bebé que tenía solo 28 días de nacida, él les explicó que la pequeña tenía VIH, motivo por el que diez familias se habían negado a adoptarla.
La pareja, por el contrario, estaba feliz de poder convertirse en padres de la bebé, quien fue abandonada por su madre en una sala de neonatología.
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Dos niñas
El proceso para formalizar la adopción duró seis meses, tiempo en el que Olivia fue sometida a protocolos para manejar su padecimiento. La pareja explicó a medios locales que la bebé recibió el tratamiento AZT, que se da a los adultos porque no hay antirretrovirales pediátricos.
De manera nuevamente inesperada, cuatro meses después una doctora se comunicó con ellos para decirles que una paciente quería darles en adopción a su bebé, a quien llamaron Victoria.
Cuando Olivia cumplió un año y medio, luego de realizarle diferentes estudios, la pequeña dio negativo y ya no tenía VIH. Sus padres consideraron que “fue una elegida por Dios”.
En la actualidad, Olivia tiene seis años y sus padres la describen como “extrovertida”, además siempre actúa como si fuera la mamá de Victoria. “Se cuidan y se quieren muchísimo”.
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Foto de portada: Unsplash.
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