Su carácter era tan explosivo, que si lo interrumpías bebiendo una cerveza, te quitaba la vida de un balazo. Al menos eso es lo que cuentan aquellos que pudieron conocer a uno de los artífices en la creación de los llamados “narcojuniors” en los 90: Ramón Arellano Félix. El encargado de reclutar a jóvenes de familias adineradas para que se encargaran de realizar entregas para el Cártel de Tijuana o para el también llamado Cártel de los Arellano Félix, tuvo una muerte de la que su más acérrimo enemigo, Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo”, se rió hasta dolerle el estómago.
El día de su muerte ni su falsa identificación como policía lo pudo salvar y se convirtió en una de las más dolorosas para la célula criminal liderada por Benjamín Arellano Félix, haciendo más cruel la guerra entre estos dos grupos del narcotráfico no sólo en México, sino en el mundo entero.
í¿Quién era Ramón Arellano Félix?
De acuerdo a medios especializados como Infobae, Ramón Arellano Félix, llegado de Guadalajara junto con sus hermanos, promovían de manera abierta sus negocios con las drogas, sobre todo en las fiestas en las que les gustaba reflejar lo poderosos que eran. Uno de sus sicarios, en alguna entrevista anónima, declaró que “si le sonreías y estaba de malas, te mataba. Si no lo saludabas, también te mataba”.
Ramón Arellano Félix nació en Culiacán, Sinaloa, aunque vivía en tierras tapatías al inicio de su carrera delictiva, pues se encontraba al servicio del Cártel de Guadalajara, liderado en aquel entonces por Miguel í?ngel Félix Gallardo. Luego de la captura del llamado “Jefe de Jefes”, la familia Arellano Félix comenzó a expandir su poder, algo que ya le había exigido a Miguel í?ngel antes de su caída.
La necesidad que tenían tanto el Cártel de Tijuana como el de Sinaloa, ya liderado por Joaquín “El Chapo” Guzmán, provocó que ambas células comenzaran una guerra -en la que también se incluía al Cártel de Juárez, de Amado Carrilo, ‘El señor de los cielos’, que provocó innumerables enfrentamientos en los que hubo decenas de muertos. Ismael “El Mayo” Zambada, no quiso aliarse con los Arellano Félix y sí con “El Chapo”, lo que originó que Ramón quisiera acabar con “El Mayo”, algo que no sabía, lo llevaría a la muerte.
El narcojunior muerto en medio de un carnaval
A Ramón Arellano Félix le gustaba “disfrazarse” de policía, aunque esto también se dice de su hermano Benjamín. Cuando salía a las calles -mitos o realidades- utilizaba identificaciones falsas para pasar desapercibido. Al saber que su enemigo, “Mayo” Zambada, se encontraba en Mazatlán, Sinaloa, Ramón se trasladó a dicho lugar para asesinarlo, sin embargo, el integrante del Cártel de Sinaloa iba dos pasos adelante.
El domingo 10 de febrero del 2002, en pleno carnaval de Mazatlán, Ramón Arellano Félix iba a bordo de un “vocho” color blanco junto a dos personas más. Circulaban en sentido contrario a la multitud cuando, de acuerdo a medios como El Universal, varios agentes ministeriales los encararon. Al ser recibidos con disparos, uno de los policías disparó en contra de Ramón Arellano Félix, quien quedó tendido en el suelo.
Se dice que realmente el ataque en contra de Ramón fue orquestado por hombres del “Mayo” Zambada, aunque esta información no está confirmada. La identidad de Ramón Arellano Félix fue dada a conocer días después de su muerte, pues la identificación que se encontró con él, el día de su asesinato, correspondía a la de un policía: Jorge López Pérez, un agente de la PGR.
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Foto de portada: Captura especial.