“Me llamo Paulette. Tengo cuatro años. Tengo una discapacidad motriz y de lenguaje. Presento una cicatriz en la espalda del lado izquierdo. No puedo valerme por mí misma, necesito a mis papás”. Al pie de su fotografía se encontraba este mensaje que comenzó a distribuirse a finales de marzo, cuando se reportó su desaparición.
El caso de la niña Paulette Gebara Farah, es uno de esos de los que a la memoria colectiva nunca se le olvidan. El rostro de esta pequeña que fue encontrada sin vida en su propia recámara, luego que ahí pasaran peritos, reporteros y hasta sus propios padres, a nadie se le quitará de la cabeza. Su historia sigue siendo una de las más contadas en nuestro país a diez años de lo sucedido desde aquel 21 de marzo del 2010.
Paulette, sus padres y las niñeras…
El 21 de marzo del año 2010, Paulette llegó a casa luego de pasear con su hermana mayor y su papá, el señor Mauricio Gebara. Lizette Farah, madre de las pequeñas, las esperaba en su departamento, ubicado en un edificio dentro del municipio de Huixquilucan, para prepararlas para dormir. Ese día, fue el último que vieron con vida a Paulette.
Al otro día, Erika, una de las dos niñeras encargadas de Paulette, se dio cuenta que la niña no estaba en su recámara. Avisó a Lizette de la ausencia y comenzaron la búsqueda no sólo en el departamento, sino también en el edificio. Lizette dio cuenta de lo sucedido a Mauricio, quien avisó a su hermana sobre la desaparición de Paulette.
Ese mismo día, el 22 de marzo del 2010, la hermana de Mauricio Gebara, informó a las autoridades locales sobre la ausencia de la niña; posteriormente, el edil notificó a la Procuraduría General de Justicia del Estado de México lo sucedido. Buscaron por todos lados. No había señales ni de robo ni de secuestro: las chapas intactas, las ventanas igual, en las cámaras del lugar no había señales de que Paulette hubiera salido del edificio. No podría salir sola, además, porque tenía una discapacidad motriz y de lenguaje.
La carita de Paulette estaba en todos lados
Para el 25 de marzo, cuatro días después de la desaparición, la PGJ del Estado de México, difundió un cartel con la foto de Paulette, justo el que te describimos al inicio de esta nota. Arlette Farah, tía de la pequeña, sube la foto de la niña a las redes sociales y comienza una búsqueda intensa. En televisión, tres días después, Lizette Farah pedía a los presuntos captores, que no le hicieran nada a su hija, que no habría represalias, que lo único que quería era tenerla de vuelta.
La carita de Paulette aparecía en noticieros, en volantes, en espectaculares, en anuncios de televisión y hasta en el transporte público. Mauricio, al igual que Lizette, aparecían en televisión pidiendo el regreso de la niña, sin embargo, el día 29 de marzo la Procuraduría comunica que arraigaría tanto a Mauricio, a Lizette y a las dos niñeras de Paulette, Erika y Martha Casimiro, por falsedad e inconsistencias en las declaraciones que ralentizaban la investigación para encontrar a la niña.
Un día después los trasladaron a un hotel en donde cumplirían su arraigo, mientras que en su domicilio se comenzaba a realizar la reconstrucción de los hechos con la ayuda del matrimonio Gebara Farah.
Paulette, encontrada sin vida, sorprendentemente, en su propia recámara
Nadie lo creía. Cerca de las dos de la mañana del día 31 de marzo, diez días después de su desaparición, el cuerpo de la pequeña Paulette fue encontrado sin vida en su propia recámara, un lugar en el que estuvieron peritos con perros entrenados; un lugar en el que supuestamente buscaron las niñeras a la pequeña la misma mañana del 21 de marzo; un lugar en el que la madre otorgó entrevistas para solicitar la aparición de la niña. La pequeña estaba sin vida, debajo de su colchón.
“Asfixia mecánica por obstrucción de fosas nasales y compresión torácico abdominal” fue la causa de la muerte de Paulette, de acuerdo a las autoridades. Aunque días después se detuvo a ambos padres, indicando que la madre de la menor había mentido en sus declaraciones, los dos quedaron en libertad el 4 de abril de aquel año, al igual que las niñeras.
La custodia de la hermana mayor de Paulette se le otorgó a la propia Lizette Farah y Alberto Bazbaz, entonces titular de la Procuraduría General de Justicia del Estado de México, renunció a su cargo pues “las autoridades necesitaban confianza para realizar las investigaciones”, algo que según él, ya habían perdido luego de su forma de encabezar las pesquisas tras la desaparición de la menor.
Paulette fue cremada… siete años después de su muerte
La pequeña fue cremada en mayo del 2017, siete años después de haber sido encontrada sin vida en su propia recámara. Las autoridades indicaron que su cuerpo ya no era considerado elemento de prueba, por lo que sus restos fueron depositados en el panteón Francés.
De acuerdo a la revista Proceso, “las conclusiones a las que llegó la procuraduría mexiquense en torno a la muerte de la niña Paulette Gebara Farah le restaron credibilidad al gobierno de Enrique Peña Nieto y le pegaron donde más le duele al político priista: en las encuestas. La indagatoria, según especialistas, muestra inconsistencias y deja cabos sueltos. Además, peritos que atendían el caso denunciaron presiones del primer círculo del gobernador para llegar a un resultado preestablecido”.
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Foto de portada: Primer Impacto.
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