Mario Alberto Canales Najjar era un cazador mexicano que falleció el pasado 7 de octubre al ser embestido por un búfalo en una zona rural de Gualeguaychú, provincia de Entre Ríos, en Argentina, muy cerca de la frontera con Uruguay. Canales Najjar tenía 64 años y era un cazador experto; graduado de la Universidad Autónoma de México ejerció la abogacía por más de 35 años y tenía su despacho Canales Najjar y Asociados en la Ciudad de México. De igual manera, se desempeñó como presidente del Consejo Directivo de la Federación Mexicana de Caza y Tiro A.C. y también era vicepresidente de la asociación Unidos por un Manejo Sostenible de Nuestra Biodiversidad. Era hermano del ex diputado federal del PRI, Tristán Canales Najjar, quien también se desempeño como empresario y directivo de la empresa Tv Azteca.
También era parte de distintos clubes dentro del mismo rubro de la cacería en el extranjero, como Ovis Grand Slam Club y el Safari Club International. Sus allegados lo definieron como “un apasionado de la cacería” y “defensor por convicción de la cacería responsable, la cacería ética y la cacería legal como un medio de conservación”. En una entrevista que dio en 2016, decía: “Hay gente que dice que por qué matamos animales, pero también come carne y consume otros elementos que se producen con la muerte de un animal. Tenemos de alguna manera la causa perdida de que nos clasifiquen que somos una gente que mata animales por un deporte o por una afición. Esa es una cuestión de la naturaleza, todos nacemos con algún gusto por algo y esa es una cuestión genética”.
Por los hechos, fue abierta una investigación judicial
Según medios argentinos, trascendió que la Fiscalía de Entre Ríos abrió una investigación para esclarecer el hecho y analizar los permisos de caza del establecimiento Punta Caballos, situado a 50 kilómetros de Gualeguaychú. Los fiscales quieren averiguar si tenían la documentación reglamentaria para cazar búfalos. Además, indagarán a los tres amigos mexicanos para saber a quién le contrataron el servicio de caza deportiva en el lugar, que tiene un valor de 500 dólares por día.
La divulgación de la muerte de Canales Najjar puso en evidencia la actividad desconocida por gran parte de la sociedad argentina, del negocio de la caza deportiva. En el establecimiento Punta Caballos se crían animales silvestres como ciervos, antílopes y búfalos para que después se conviertan en presas de los clientes.
Le sobreviven su esposa y dos hijos, quienes tras enterarse de lo sucedido, viajaron desde México para darle el último adiós; sus restos fueron velados en la misma localidad de Gualeguaychú y posteriormente cremados para su traslado a la capital mexicana.
Ref. Página 12