No es la primera vez que el Gobierno Federal tiene que emitir una alerta por robos de materiales radiactivos en el país, como sucedió este domingo 11 de abril con el robo de una fuente radiactiva sobre la carretera de entrada al municipio de Teoloyucan, Estado de México.
Este robo provocó que se emitiera un alertamiento dirigido a las Unidades de Protección Civil del Estado de México, Ciudad de México, Hidalgo, Querétaro, Michoacán, Guerrero, Morelos, Puebla y Tlaxcala.
¿Para qué se usan las fuentes radiactivas?
Una fuente radiactiva es un contenedor metálico similar a una caja de zapatos que contiene una manija para poder transportarla. Son usadas en la industria para usos relacionados con la medicina, la agricultura, la investigación e incluso la enseñanza, según el Organismo Internacional de Energía Atómica (IAEA, en inglés).
Si estas fuentes se manejan “en condiciones de seguridad y se protegen adecuadamente”, los riesgos de los trabajadores que las manejan y del público general son “aceptablemente bajos”.
¿Cuáles son los peligros de estas fuentes?
Si el material radiactivo de la fuente saliera de su sistema de su embalaje, el riesgo para la salud por radiación es alto, de acuerdo con la IAEA, que habla incluso de riesgo para la vida de la persona afectada.
Por ejemplo, se menciona entre los peligros: quemaduras que necesitan de intervenciones quirúrgicas o lesiones que tienen efectos debilitadores en las manos. También hay otra clase de riesgos menos peligrosos, como enrojecimiento o irritación de la piel. De igual forma se dan casos de cánceres inducidos por la radiación, algo que ocurre más a largo plazo con las personas expuestas.
La gravedad de las lesiones depende de varios factores: la actividad de la fuente radiactiva, la proximidad de la persona a dicha fuente y el tiempo de cercanía a la misma o si ha habido inhalación o ingestión del material radiactivo.
¿Por qué se las roban en México?
En México, es relativamente frecuente el robo de este tipo de instrumental radiactivo. De 2012 a 2018, se reportaron el robo de 14 fuentes radiactivas.
Según un documento del Senado de la República en 2017, casi todos los robos de materiales radiactivos en el país han ocurrido durante el transporte de los mismos.
De hecho, en muchos casos se produjo el robo del vehículo en sí, lo que hizo a las autoridades pensar que se trataba de robos que se producen sin conocimiento de los contenidos del vehículo.
Ricardo Méndez Fragoso, académico de la Facultad de Ciencias de la UNAM, dijo a Verne que este material no se puede vender en el mercado negro ya que su uso es muy específico. “Son de uso médico, industrial o científico. Si quisieran venderlos, se les pediría un certificado con los que no cuentan y (los ladrones) terminan por abandonarlos”.
En redes sociales han llegado a circular versiones que aseguran que este tipo de material puede ser usado para fabricar armas e incluso, una bomba nuclear, lo cual es falso.
Precauciones ante las fuentes radiactivas
Cualquier material radiactivo puede ser peligroso para la salud si no se maneja con cuidado. Una radiación externa prolongada puede provocar quemaduras y daños en la piel, pero según la Organización Mundial de la Salud, es imposible de cuantificar el daño a largo plazo, que pueden derivar en cáncer o crecimiento de células malignas si la exposición ha sido por varias horas.
Por estos importantes riesgos, la Coordinación Nacional de Protección Civil y la Comisión Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardias emitieron estas recomendaciones en caso de localizar una fuente radiactiva:
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Foto de portada: rotativo.com.mx
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