Las campañas presidenciales entraron a su momento más crítico. Pasó el primer debate y con poco más de dos meses para las elecciones, el bombardeo publicitario y la lluvia de caca acusaciones entre los candidatos se van a poner cada día más intensos.
Para los ciudadanos comunes, esto significa no sólo que habremos de definir a quién otorgar nuestro voto, sino que deberemos hacer un esfuerzo sobrehumano para tolerar a quienes defienden ideas contrarias a las propias.
Dicho predicamento se vuelve mucho más incómodo cuando el traidor a la patria, el terco que nos llevará a la ruina, es alguien cercano. ¿Qué hacer cuando ese amigo al que consideras un hermano comete le fechoría de decir que votará por el color equivocado? ¿Cómo reaccionar cuando las ideas políticas de tu media naranja hacen que te hierva la cabeza?
Las peleas serán recurrentes de aquí al próximo 1º de julio. (Foto: Ettoday)
Primero que nada, respira. Acepta que, en el fondo, todos queremos lo mismo. Estamos hartos de que los políticos se roben hasta el shampoo de los hoteles, queremos que la economía crezca y estaría increíble que dejaran de ejecutar gente en la calle. Por diferentes que parezcan nuestros puntos de vista, lo único que pedimos es paz y no tener que buscarnos moronas en los bolsillos al final de la quincena.
Procura no convertirte en un Testigo de Jehová. Cuando se trata de política, muchos tenemos verdades únicas, incontrovertibles, y a la menor provocación intentamos evangelizar al prójimo. ¿Ya decidiste por quién votar? Muy bien, ahora habla lo menos que puedas hasta salir de la casilla. Lo último que quieres es un portazo en la nariz porque no desististe de esparcir la palabra de tu mesías.
Aléjate de las redes sociales. Al menos hasta el 1 de julio, pelea contra tu compulsión de pasar horas en Facebook. Es ahí donde la tía que comparte noticias falsas o el amigo que se cree politólogo se sienten a sus anchas. El torrente de memes descerebrados, cifras inventadas y debates “amistosos” te van a hacer enojar, garantizado. Entonces, en vez de acabar en una pelea de teclado dale un merecido descanso a tus pulgares y acuérdate de lo bonita que es la vida cuando no estás pegado al teléfono.
Reflexiona sobre el hecho de que nuestras diferencias nos protegen. Es el delicado balance entre el vende patrias que votará por Anaya y el comunista que lo hará por AMLO lo que impide a ambos hacer de las suyas sin recibir por lo menos una mentada de madre. Al final del día estamos todos en el mismo barco, remando en la misma dirección, sólo que unos decidieron sentarse del lado derecho y otros del lado izquierdo.
Los candidatos a la presidencia han logrado dividir las opiniones en el país. (Foto: Forbes México)
Busca intereses en común, como la afición a burlarnos de otros. Pocas cosas nos hacen más felices que un blanco para el sarcasmo. ¡Ahora tienes cinco! Tírale a este y a aquel, dispara memes a discreción. Tal vez si nos reímos juntos podremos esconder que en realidad tenemos ganas de llorar.
Piensa que podría ser peor. Mientras nosotros intentamos decidir entre los viejos corruptos, los nuevos corruptos y los que mochan manos, hay países cuyas opciones son los que quebraron las finanzas públicas y los neonazis. En otros, el ejército decide las elecciones con rifles. La política mexicana es una basura, pero recuerda la primera ley del universo: siempre hay alguien más jodido que tú.
Al final entiende que, en la democracia como en la vida, nada depende de ti. Tu voto es crucial, pero no importa. Es la acción más efectiva que puedes tomar en el acontecer público, sin embargo, eres uno de 90 millones de votantes. Así que infórmate y vota, nomás procura no perder a un amigo en el proceso, porque tal vez no valga la pena. Excepto si va a votar por Meade, entonces sí pégale un zape con la mano bien abierta y no le vuelvas a hablar nunca.
Alex Ruelas.
* Las columnas de opinión de CC NEWS reflejan sólo el punto de vista del autor.