Los niños que quedaron huérfanos tras el asesinato de 10 músicos ocurrido a manos de integrantes del crimen organizado, se levantaron simbólicamente en armas este miércoles para marchar en la comunidad de Chilapa en Guerrero.
Al menos 19 menores, de entre 6 y 15 años, en su mayoría huérfanos por la violencia, marcharon junto a integrantes de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias de los Pueblos Fundadores (CRAC-PF), en el corredor Chilpa-Hueycatenango.
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Entre las exigencias de los colectivos se encontraba la entrega de los cadáveres de cinco de las 10 víctimas del ataque armado, donde murieron calcinados músicos el pasado 17 de enero.
Durante la marcha, los pequeños realizaron un breve entrenamiento con armas de fuego, donde reclamaron el abandono de los pueblos entre Chilapa, José Joaquín de Herrera y Quechultenango, lugares con presencia del grupo criminal conocido como Los Ardillos.
* Fotografía de portada: El Heraldo de Chihuahua
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