“Mamá, ellas son las maestras malas”, dijo Lía un día a Marcela Alemán, su madre. Cuando ella le preguntó por qué decía que eran malas, la pequeñita, quien apenas cumpliría cinco años, respondió con palabras que siguen lacerando el corazón de Marcela: “Porque me besan, meten su lengua en mi boca, y en mi pipí”, dijo la niña.

Este caso, sucedido en San Luis Potosí en el 2017, es uno de los tantos por los que se exige justicia desde hace ya varios años y que ha sido artífice para la toma de la sede de la Comisión Nacional de Derechos Humanos por grupos feministas.

Marcela fue aquella mujer que se ató a una silla al interior de la CNDH para exigir justicia por el caso de Lía y hoy, cansada de gritar sin ser escuchada, se ató a una reja de la Secretaría de Gobernación con el objetivo que el caso de su pequeña no quede impune.

‘No busco dinero’

Marcela Alemán es clara: sólo quiere que el caso de su hija no quede archivado, que atrapen a los y las culpables del abuso sexual del que Lía fue víctima en el 2017 en San Luis Potosí.

“Yo no busco dinero, no busco despensa; busco acceder a los derechos que tiene mi hija porque es víctima. Quiero justicia y que esos malditos que violaron a mi bebé paguen porque no puedo vivir con eso y menos mi hija”, dijo Marcela al momento de atarse a la reja de las puertas de la Segob.

“No tiene vida, está desde las tres de la mañana sin dormir por temor y no es justo. Eso es lo que me da rabia y me indigna, ¿por qué tengo que suplicar justicia de esta manera”, agregó.

¿Qué pasó con Lía?

Fue en marzo del 2017 cuando la lucha comenzó. Habían pasado siete meses desde que Lía contó a su mamá que las maestras abusaban sexualmente de ella. Todo sucedía al interior del Instituto Luis Gonzalo Urbina, en San Luis Potosí.

Fueron al menos cuatro personas las que abusaron sexualmente de la pequeña y, hasta la fecha, sólo ha habido una destitución en el caso que ya acumula tres años.

“Queremos justicia todos, que sea algo ejemplar, vienen muchos casos detrás al día, de muchos estados, y tienen miedo de venir a hacer esto, pero yo ya perdí todo, no me importa nada mas que la justicia para que Lia viva en paz porque esa es la realidad de nuestro país”, sentenció Marcela Alemán este día.

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Foto de portada: Cultura Colectiva News.

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