í¿Recuerdas el motivo por el que el actor Gabriel Soto se hizo tendencia hace unos meses? La violencia digital existe y es más peligrosa y dañina de lo que creemos y aunque para muchos pareciera cómico distribuir material privado en las redes sociales o en cualquier aplicación en la que ese material se haga público, es atentar contra la dignidad de cualquier ser humano.
Alessandra Rojo de la Vega tuvo la oportunidad de platicar en su podcast titulado Políticamente incorrecta, con Gabriel Soto, respecto a esta situación y ahondaron en un ámbito que poco se toca en estas lides: la violencia digital en contra de los hombres, tomando su caso como ejemplo.
íNo te tienes que aguantar por ser figura públicaí
Gabriel Soto es claro: no hay necesidad de aceptar la violencia digital sólo por ser figura pública. Creo que hay una línea en donde nos merecemos tanto privacidad como respeto, como el no meterse en cuestiones de vida privada. A veces la gente, al público, le importa más lo que pasa en la vida personal que lo que pasa en la vida profesional. El hecho de ser figura pública no significa que tengamos que hablar de nuestra vida privada, indica.
Alessandra también compartió su experiencia. Hay una chava que me contacta y que me dice: íhay un chat en Telegram de más de 26 mil hombres compartiendo mis fotos íntimas, í¿qué hago? Nos logramos filtrar y me di cuenta que había una infinidad de fotos, de miles y miles de mujeres que estaban siendo compartidas, dice Alessandra.
Ella reclama que la nota fue el que se haya filtrado sus fotografías íntimas y no la exposición de este chat en donde había más de 26 mil hombres compartiendo fotos de mujeres vulnerando su intimidad. El foco incluso es el tema del acoso en contra de los seres humanos.
íTenemos que parar esta violenciaí
Ese es el mensaje que Soto tiene claro. Tenemos que parar esta violencia digital. Tiene que haber un límite en donde la gente no pueda estar juzgando y amenazando de esta manera. En mi caso con la violación a mi intimidad con este video, tuve un sentimiento de vergüenza muy grande.
Todos tenemos derecho a la exploración de nuestro cuerpo, lo que tú quieras, pero nadie tiene derecho a exponerlo de esa manera, sin tu consentimiento. Ya ha pasado tiempo, pero hasta pena me daba salir de mi casa. Tengo hijas, tuve que hablar con ellas. Me sorprendió cómo tomó el tema, pero í¿cuál es el objetivo de hacer este daño? í¿Por el morbo nada más?, dice Gabriel decepcionado.
En este sentido, Rojo de la Vega dice que los hombres también están protegidos por las leyes. Que sepan que los hombres también están protegidos y que cuando se metan con un hombre y violenten su intimidad, van a ser castigados. Habemos personas legislando para que esto se castigue y se castigue con la severidad que merece castigarse, indicó Alessandra.
í»¿íSe nos ve como objetosí
Y no sólo a los hombres, en el caso específico de Gabriel, sino a las mujeres, quienes en un 80 por ciento se ven vulneradas en la intimidad a través de la violencia digital. Se nos ve como objetos, como pertenencia y el hecho de que una mujer haya sido expuesta y vulnerada de esta manera, piensan que como ya te vi, ya puedo abusar de ti, agrega Alessandra.
No se trata de partidos políticos, de bandos, aquí yo estoy para decirle a la gente que gracias a Olimpia y gracias a ti, que has ayudado a que esto se legisló, existe esa ley ante una violación de la intimidad como me sucedió a mí, que ya tiene un castigo y que la gente sepa que tiene a dónde ir. Que estas mujeres y estos hombres que son violentados en ese sentido, sepan que ya tiene un lugar que los puede ayudar que se llama Ley Olimpia. Te aplaudo lo que estás haciendo, yo soy el claro ejemplo, aquí estoy diciendo ígracias a diputadas como tú se legisló una ley que hoy en día me va a proteger ante esta violación tan grande y tan dura a mi intimidad con las consecuencias que eso conlleva, sentenció Gabriel Soto.