¿Qué pasaría en México si todo ese talento que hay en los jóvenes, lo apoyáramos? Quizá sucedería lo que pasa en este momento con dos estudiantes de Ingeniería Química Industrial del Instituto Politécnico Nacional (IPN), quienes desarrollaron un prototipo compuesto por un purificador y un electrolizador, para aprovechar los efluentes de aguas negras y ríos contaminados para producir combustible limpio. En palabras más simples, convirtieron agua sucia en energía.
Este es el prototipo con el que convirtieron agua sucia en energía.
Gimfi, el proyecto de estas estudiantes del Poli
El proyecto de estas chicas tiene como objetivo ser utilizado en las zonas de alta marginación del país, informó el IPN en un comunicado. El proyecto llamado Gimfi, que en lengua otomí significa “agua sucia”, es un mecanismo que puede ser fijo o portátil, el cual tiene un filtro con capas de algodón, arena, carbón, mármol, grava y tezontle, cuya función es retener sólidos de gran tamaño y partículas orgánicas.
También sirve para eliminar malos olores y colores, de acuerdo a sus propias creadoras, Jeimmie Gabriela Espino Ramírez y Lisset Dayanira Neri Pérez. Con la asesoría del profesor e investigador Martín Daniel Trejo Valdez, las alumnas buscan que la generación de hidrógeno sea funcional, es decir, que en lugar de almacenarlo sea utilizado para alimentar estufas y hornillas.
“Este tipo de purificadores podrían generar su propio combustible a partir del agua residual, sólo bastaría con recolectar agua sin importar su grado de contaminación”, detallaron. Las estudiantes de la Escuela Superior de Ingeniería Química e Industrias Extractivas (ESIQIE) indicaron que para generar el hidrógeno por electrólisis utilizan energía eléctrica.
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Con este proyecto pretenden ayudar a sus comunidades en Hidalgo. (Foto: IPN)
Harán modificaciones para mejorar el proyecto
A través de este mismo comunicado, las estudiantes indicaron que realizarán las modificaciones pertinentes para añadirle una celda solar y convertir a Gimfi en un prototipo sustentable y de bajo costo. Ambas chicas, originarias del estado de Hidalgo, explicaron que con muestras recolectadas de diferentes zonas del estado como Tetepango, Mixquiahuala y Atitalaquia, entre otras, introducen 900 mililitros de agua contaminada en una botella de PET para obtener un líquido visiblemente más limpio en un lapso de 30 minutos.
El líquido obtenido con este procedimiento de filtrado, contiene una mayor cantidad de minerales que el agua potable al ser un residuo de efluente. Lo anterior resulta benéfico para el proceso de electrólisis que realizan las alumnas para producir hidrógeno, toda vez que aumenta su conductividad. Las jóvenes, que obtuvieron el segundo lugar en el área de Ciencias Exactas y Naturales del nivel superior en la décimo tercera edición de la Expo Ciencias Metropolitana 2018.
Desarrollaron su prototipo durante tres años, entre estudios de agua contaminada y diversos análisis de los materiales para el filtro, lo que permitió establecer el orden y la cantidad ideal de los sustratos. Además lograron un tamaño adecuado para el hidrolizador, de manera que en su conjunto pudiera ser portátil. Las alumnas no descartan patentar, en breve, su proyecto.
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Foto de portada: IPN.
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