No, aunque lo parece —porque lo predicen todo— este no es un capítulo más de los Simpson. Se trata de dos mil especies exóticas o nativas traslocadas sospechosas de ser invasivas en México. Virus, bacterias, plantas, hongos, insectos y otras especies animales invaden de manera constante en el ecosistema natural nacional gracias a la mano de los humanos que favorecemos su obligada inserción.
Según la coordinadora del proyecto de especies invasoras del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo en México, dijo a EFE que como en muchos otros países, aquí hace falta un plan de uso moderado en introducción de especies que no genere demasiado impacto en el medio ambiente.
Los Simpson. Bart contra Australia. (Foto: FOX).
No es para menos, unas 700 especies son de mediano riesgo y 470 de ellas de altísimo, lo que significa que colonizan hasta la extinción a otras especies o subespecies. Y aunque contabilizar y analizar la incidencia de estos organismos invasivos es de alta complicación, lo cierto es que su control es bajo por el gran flujo de mercancías que entran y salen al país, sobre todo aquellos de origen forestal que vienen en productos de madera, como muebles y utensilios. O los pastos y otros alimentos que se usan para mantener al ganado a nivel industrial, y que por supuesto, incluye peces.
Justo en este último caso están los focos rojos, pues en los últimos años la invasión del pez colorado (pterois volitans) se descontroló luego de que se liberó en un acuario de Florida, en Estados Unidos, a partir del huracán Andrew, y ahora su población llegó desordenada y violenta a todo el Caribe y hasta Venezuela. Y el problema es que este pez se come todo a su paso y no tiene depredadores naturales, por lo que termina con especies nativas de consumo humano.
Uno de los más grandes problemas en las aguas caribeñas es el Dorosoma cepedianum, un pez que arrasa con todo a su paso. (Foto: Fishbase)
En este sentido, es necesaria la información que permita a los consumidores ser responsables de las especies que compran y cuál es el impacto de liberar o no hacerse cargo de animales comprados, sobre todo en grandes cantidades.
Cabe recordar que no todas las especies que se introducen a ecosistemas nuevos son nocivas, pues muchas pueden tener efectos de cruza positiva con las especies nativas. Pero mientras que las que llegan sobreviven, mutando rápidamente a las condiciones adversas y resistiendo al ambiente, es más probable que sean quienes dominen.
Otro ejemplo de esta dominación son las plantas, en México hay un gran número de éstas, ya que su fácil establecimiento en ecosistemas sin perturbaciones ni fragmentaciones o contaminación ayuda a su expansión a pasos agigantados, y los ambientes que más se ven perjudicados son los grandes cultivos de maíz y arroz. Aunque México no está exento de exportar problemas, la muestra está en los limones y el aguacate, dos de las distribuciones más amplias y exitosas sobre otras subespecies del mundo.
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