Era mayo de 2019, cuando Aurelia García Cruceño, de 18 años, fue abusada sexualmente por una autoridad comunitaria, 25 años mayor que ella, del poblado de Xochicalco, en Guerrero, de donde es originaria. Por el temor y la vergüenza que le generaba lo que le había ocurrido, no le comunicó nada a su madre y mucho menos señaló a su agresor, ya que debido al cargo que ocupaba en su pueblo, sabía que nadie le iba a creer y decidió guardar silencio.
En su comunidad, están regidos por los usos y costumbres que por años se han impuesto y sabía que era mal visto que un mujer tenga vida sexual o se embarace antes del matrimonio, así que pensando que en algún momento se supiera lo que había ocurrido, un mes después decidió huir de su pueblo y refugiarse en casa de una tía, en Iguala, para comenzar una nueva vida. Hasta ese momento, Aurelia desconocía que estaba embarazada.
En Iguala sufre el aborto involuntario
Ya en Iguala y sin saber que estaba embarazada, Aurelia comenzó su nueva vida, pero meses después, el 2 de octubre de 2019, comenzó a tener dolores fuertes y sangrados intensos, lo que un par de días después derivó en que, de forma repentina, expulsara el producto; había sufrido un aborto involuntario. Ante la gravedad, Aurelia comenzó a desangrarse y perdió el conocimiento. Fue encontrada por su tía y llevada de emergencia a un hospital, pues debido a la pérdida de sangre, estaba sufriendo de un choque hipovolémico y se encontraba al borde de la muerte.
Al llegar al hospital lograron estabilizarla, detuvieron la hemorragia y Aurelia había salvado la vida. Pero justo ahí, comenzó su calvario. Sin saber aún lo que le había ocurrido, cuando recobró el conocimiento estaba esposada de pies y manos y la Fiscalía General del Estado de Guerrero ya la tenía bajo vigilancia policiaca. Solamente un día después del parto fortuito que había tenido y sin estar recuperada ni dada de alta por los médicos, Aurelia fue detenida y acusada por el delito de homicidio en razón de parentesco. La acusaron de haber “asesinado” a su hijo. Fue trasladada a un penal y al leerle sus derechos y de qué era acusada, no le fue proporcionado un intérprete, ella solo hablaba náhuatl, por lo que nunca supo de qué se le acusaba y por qué estaba siendo encarcelada.
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Las irregularidades en el caso de Aurelia
Inmediatamente después de ser encarcelada, un juez la sentenció por homicidio en razón de parentesco, pero las abogadas Verónica Garzón y Ximena Ugarte, supieron de su caso y lo tomaron al detectar en el expediente muchísimas irregularidades, entre las que se encuentran:
Ante todas estas irregularidades, las abogadas de Aurelia aseguran que se violaron todos sus derechos, por lo que se dedicaron a recabar pruebas para comprobar su inocencia desde que el proceso comenzó en el mes de julio, cuando fue sentenciada de manera injusta:
Finalmente y después de varias audiencias para desahogar pruebas, el próximo 20 de diciembre se llevará cabo audiencia resolutoria del proceso en contra de Aurelia García Cruceño, donde se espera que no sea revictimizada y que todas las pruebas que sus abogadas han presentado para su defensa, sean tomadas en cuenta y por fin se le haga justicia a Aurelia, que quede libre debido a que no cometió ningún crimen.
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Ref. Milenio