Una pequeña empresa familiar ofrece convertir tus caprichos más extravagantes en una piñata. No importa si se trata de un personaje de ciencia ficción, un político en desgracia o un dibujo abstracto trazado por tu hijo pequeño.
Dale Dale Piñatas es un negocio enclavado en Tlalnepantla, Estado de México. Desde hace diez años, la pareja conformada por dos técnicos en comunicaciones: Mireya Martínez y Fernando Olvera, realizan piñatas bajo pedido y prometen transformar cualquier idea de sus clientes en una escultura hueca de papel periódico, crepé y cartoncillo.
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¿Qué tal te caería para estas posadas una piñata de Bruce Lee?
(Foto: Dale dale piñatas)
¿Hay algo más representativo del horror en estas fechas que un Gremlin?
(Foto: Dale dale piñatas)
O bien, ¿por qué no demostrar tu elegancia en la cena de nochebuena portando una, ehm, cabeza de caballo blanco?
(Foto: Dale Dale piñatas)
“Podemos hacer todo lo que la gente nos pida: desde personajes de series de televisión, hasta figuras basadas en fotografías. No hay límites”, dice Fernando Olvera.
Ningún diseño se parece, pues depende de la imaginación y los gustos del cliente. Pero de acuerdo con Fernando, entre las piñatas más solicitadas se encuentran las figuras del expresidente Enrique Peña Nieto y el presidente Andrés Manuel López Obrador. Sin embargo, ninguno de estos personajes se compara con la amplia demanda que tienen las piñatas de Donald Trump.
El “AMLITO”, original del caricaturista José Hernández, hecho piñata (Foto: Dale Dale piñatas)
De esculturas monumentales a dibujos infantiles
Al inicio, esto no era una empresa de piñatas sobre pedido, sino la demostración de talento de dos seguidores de la saga Star Wars que, sin previa experiencia, realizaron la piñata de un Bantha (un mamífero gigante, peludo y con cuernos) para un concurso dentro de la convención “Encuentros” de Star Wars en 2004.
La piñata fue adquirida por el coleccionista Steven Sansweet, ex director de marketing en Lucas Films y fundador de Rancho Obi-Wan, es decir: el museo de Star Wars en California.
Empezamos con piñatas de Star Wars, luego, hicimos piñatas únicamente para mi hijo, nuestros amigos y familiares. Ahora requerimos entre cinco y seis personas para hacernos cargo de los pedidos.
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¿Cuántos dulces le cabrán a una piñata de cuatro metros? (Foto: Dale Dale piñatas)
Algunos de los encargos limitan con lo descomunal: la pieza más grande que han hecho se trata de un Rangkor (un monstruo de la saga Star Wars) de cuatro metros de alto y un costo de ocho mil pesos, para la octava edición de Expo Coleccionistas.
Pero no todo es fandom en esta vida: también existe el amor filial: entre los pedidos más curiosos que han recibido, Fernando menciona los de aquellos padres orgullosos que mandan a hacer una piñata, basada en los dibujos hechos por sus hijos, o los de algunas parejas que mandan a hacer piñatas de ellos mismos…para que les den de palos.
Unos muchachos que se iban a casar nos pidieron una piñata de ellos mismos, con especificaciones sobre la ropa que debían llevar y los accesorios. Para una despedida de soltera, también hicimos la piñata del novio de la chica, vestido de frac. Es raro. Pero le digo, aquí hacemos de todo.
Para ese tipo de encargos, se basan en las fotografías que envía el cliente. Pero no todas las piñatas acaban destrozadas.
Nos tocan familias que, finalmente, deciden no romper la piñata. Ocurrió en una fiesta infantil con una piñata de Woody (“Toy Story”), pero también con una piñata de Gru (“Mi villano favorito”) que nos la encargaron porque el festejado, que era un padre de familia, se parecía al personaje. Con el tiempo, esta persona murió, pero la piñata quedó como recuerdo, porque les gustó tanto que no la usaron.
Piezas de colección
A veces Fernando ha elaborado piezas para él mismo, pero al final, siempre acaba por venderlas. Su favorita era una piñata de Sparky, el perro muerto y resucitado de la película de Tim Burton, Frankenweenie. La única que aún conserva envuelta en una bolsa de plástico y alejada del sol, la humedad y el polvo, es la de oootro animal fantástico de Star Wars: un Dewback, que es, a grandes rasgos, un reptil gigante usado como medio de transporte.
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Sparky es una de las piezas favoritas de Fernando (Foto: Dale Dale piñatas)
La manufactura de estas piezas puede llevar entre una y tres semanas y sus costos van de los 350 a los mil 200 pesos. a menos, claro, que se trate de una piñata monumental, en cuyo caso el precio puede elevarse hasta 8 mil pesos.
Ahora que, si lo que quieres es atenerte a lo tradicional de la temporada,Fernando indica que cumplen con las clásicas piñatas en forma de estrella de siete picos. Aunque, bueno, comparada con una…cabeza de caballo, tomar esa decisión sería aburrida.
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