En una comparecencia ante el Comité Bancario del Senado, el ex Consejero Delegado del Silicon Valley Bank (SVB), Gregory Becker, ofreció un testimonio lleno de arrepentimiento y pesar por el fallido desenlace del banco. Becker atribuyó la debacle a una serie de factores, entre los que se incluyen el aumento de los tipos de interés, el cierre de Silvergate Bank y una fuga de depósitos motivada por rumores e ideas erróneas.
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El Ejecutivo de SVB explicó que el banco experimentó una inusual y rápida corrida bancaria sin precedentes. Los reguladores cerraron el banco californiano el 10 de marzo, después de que los clientes inversores retiraran una cantidad de 42.000 millones de dólares en un período de 24 horas. Becker destacó que ningún banco habría podido resistir una corrida bancaria de tal velocidad y magnitud.
También hizo énfasis en las fallas de supervisión de la Reserva Federal, argumentando que el banco central no previó la crisis bancaria y permitió que la inflación alcanzara niveles máximos en cuatro décadas. Además, mencionó que SVB sufrió pérdidas en su cartera de títulos de renta fija debido a las subidas de los tipos de interés, lo cual afectó su valor.
El exCEO de SVB atribuyó la difusión de rumores y malentendidos como la causa de la quiebra de Silvergate Bank, un banco centrado en criptomonedas que anunció su disolución y sufrió una fuga de depósitos. Según Becker, el vínculo entre SVB y Silvergate, que fue reportado en un artículo del Financial Times, generó confusión en el mercado, lo que resultó en una rápida propagación de rumores negativos y el inicio de la fuga de depósitos.
Becker criticó a Goldman Sachs por aconsejar a SVB que vendiera su cartera de valores con el fin de explicar las pérdidas y aumentar el capital, a pesar de que el banco contaba con una cantidad suficiente de liquidez y una capitalización apropiada. Afirmó que se siguió ese consejo debido a la creencia de que las finanzas de SVB eran saludables y respaldadas por la supervisión previa de la Reserva Federal.
Durante la comparecencia, los senadores también expresaron críticas hacia los ejecutivos bancarios y la falta de rendición de cuentas en Wall Street. El Presidente de la Comisión de Banca del Senado, el demócrata Sherrod Brown, cuestionó la gestión de riesgos y los pagos de bonificaciones a los ejecutivos, argumentando que SVB se hizo “demasiado grande demasiado rápido”. Mientras que el Senador por Georgia, el republicano Raphael Warnock, afirmó que la Reserva Federal, “se durmió al volante” al no prever esta crisis bancaria.
El vicepresidente de Supervisión de la Reserva Federal, Michael Barr, ha instado a los miembros del Congreso a mejorar y reforzar la supervisión de los bancos. Asimismo, ha expresado su contrición: “Los recientes acontecimientos demuestran que, como reguladores, debemos mejorar nuestras prácticas. Tenemos que asegurar una supervisión y regulación sólidas para garantizar un sistema financiero seguro y justo”.
La crisis bancaria impacta con mayor fuerza al ciudadano de a pie
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La quiebra del Silicon Valley Bank no sólo ha tenido un impacto devastador en el mercado financiero, sino también en los miles de empleados, clientes y accionistas que se han visto directamente perjudicados por esta crisis. Y es que el golpe más fuerte de esta debacles económicas recae directamente sobre los ciudadanos de a pie, quienes también suelen ser quienes menos cuentan con incentivos o ayudas por parte de sus gobiernos.
A finales del pasado marzo, Silicon Valley Bank anunció una ampliación de capital de 1.750 millones de dólares tras registrar pérdidas de 1.800 millones en la venta de una cartera de títulos. Sus acciones cayeron un 60%, provocando 42.000 millones de dólares de salida en 24 horas, lo que llevó a una caída del 68%.
La dirección ejecutiva intentó colocar más acciones para sanear sus cuentas, pero el Departamento de Protección Financiera terminó tomando la medidas del cierre del banco, nombrando a la Corporación Federal de Seguro de Depósitos como custodio esperando que esta no fuera la primera pieza del dominó en caer.