La noticia impactó a propios y extraños. Liverpool, uno de los más grandes rivales del Manchester United, en la figura de sus aficionados, se conmovió al grado de hacerle un homenaje con un minuto de aplausos para enviar buena vibra a Cristiano Ronaldo, quien estaba viviendo uno de los episodios más amargos de su vida: la pérdida de un hijo. Tanto él como Georgina Rodríguez, su pareja, daban a conocer que uno de los gemelos que nacieron en abril de este 2022, había fallecido.
No todos tuvieron esa empatía para con la pareja y precisamente de quien menos lo esperaba, recibió la indiferencia que prácticamente instó -entre otras cosas- a que Cristiano ya no quisiera estar más con los Red Devils. Manchester United, de acuerdo a las palabras del jugador, no mostró algún gesto de solidaridad para con quien ha sido una de sus máximas figuras en su historia. Previo al Mundial en Qatar, CR7 se sincera con el periodista Piers Morgan y lejos de hablar sobre las traiciones en ManU, habla sobre lo que más le mueve en la vida: sus hijos.
‘Nunca me sentí tan feliz y triste al mismo tiempo’
Impecable, como siempre. Cristiano Ronaldo está frente a frente con Piers Morgan, listo para despojarse de todo aquello que lo lastima, de todo aquello que le pesa, previo al que será el último Mundial de su carrera. “A veces trato de explicarle a mi familia y amigos más cercanos que nunca me sentí tan feliz y triste al mismo tiempo”, dijo para Piers Morgan: Uncensored, en Talk TV. No es para menos.
El 18 de abril de este año, Georgina Rodríguez, pareja de Cristiano, daba a luz a esos mellizos que esperaban con ansias. Sin embargo, uno de ellos, no logró sobrevivir. Bella Esmeralda lo hizo, dando felicidad a la familia, en esa algarabía que incluso los hacía sentir culpables. “Sólo el nacimiento de nuestra hija nos da la fuerza para vivir este momento con algo de esperanza y felicidad. Estamos devastados por esta pérdida”, escribían ambos en redes sociales, en aquel abril. Nadie molestó a Cristiano. Las preguntas incómodas, los paparazzis inoportunos, todo se pausó en torno al portugués. Hubo empatía ante la dualidad que dan la felicidad y el dolor.
“Probablemente fue el peor momento que he vivido desde que murió mi padre. Cuando tienes un hijo esperas que todo sea normal, pero pasa algo y… es difícil. Georgina y yo pasamos un periodo muy difícil, porque no entendíamos por qué nos tenía que pasar algo así. Fue duro, especialmente para ella. Es difícil de explicar. No sabes si vas a llorar o a sonreír, porque es algo ante lo que no sabes cómo reaccionar, no sabes qué hacer”, relata.
‘Sus cenizas están conmigo, como las de mi padre’
Para Cristiano, un hombre con facciones duras, que pocas veces vemos doblarse, es complicado hablar del tema, sin embargo, Piers lo hace despojarse un poco de eso que lo lastima y que la gente, afuera, desconoce. “Gio llegó a casa y los niños empezaron a preguntar: ‘¿Dónde está el otro bebé? ¿Dónde está el otro bebé? Después de una semana, dijimos: ‘Vale, vamos a ser honestos con los niños, vamos a decirles que Ángel, que es su nombre, ahora está en el cielo”.
En casa, refiere el futbolista en palabras que fueron retomadas por medios como El País, se habla del pequeño con toda normalidad. “Los niños lo entienden. Dicen cosas como: ‘Papi, hice esto por Ángel’, y señalan el cielo. A mí me gusta porque así forma parte de sus vidas”, relata Cristiano, quien dice, además, que las cenizas las guarda en casa y que no piensa deshacerse de ellas. “Sus cenizas están conmigo, como las de mi padre. Están en mi casa. Las voy a tener toda mi vida, no voy a lanzarlas al mar. Están conmigo. Tengo una pequeña capilla en mi casa y mi padre y mi hijo descansan allí”. Cristiano. Más humano que nunca. Está listo para enfilarse al camino del retiro, arropado de una familia hermosa y de una madurez que jamás experimentó.
Ref. El País.